Desde mediados de los años noventa las tres economías de América del Norte han formado
parte de un proceso de convergencia macroeconómica notable. Dicha convergencia, que
nace como consecuencia del proceso de integración económica de México, Estados Unidos y
Canadá con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
se ha observado en las variables macroeconómicas más importantes